El cánceres una de las anomalías de la salud más devastadoras, sin hacer excepción de edad ni condición sigue robando vidas inocentes todos los días. Cuando una familia resulta marcada por ese terrible diagnóstico, es complicado recobrar la esperanza.Es la tragedia venía atravesando una familia de Dallas, los Aulger. Exactamente a unas semanas de que Diane, de 31 años, daría a luz a su quinto bebé, los doctores la sorprendieron con la más desgarradora noticia: el cáncer que padecía su marido Mark estaba en etapa terminal.
A Mark le quedaban pocos días de vida y lo verdaderamente seguro era que no pudiera conocer a su hija.Diane se encontraba completamente devastada. No podía creer que el sueño de su marido de poder tomar en brazos a la pequeña Savannah, como eligieron llamarla, no se haría realidad.En enero de 2012, Mark tuvo que ser llevado a Urgencias gracias a la avanzado de la enfermedad, ya que no podía respirar. Ahí le dijeron que debido a los efectos de la quimioterapia sufría de fibrosis pulmonar.
Aunque mantenían firme la espereza de que Mark se recuperaría, unas semanas después los doctores anunciaron que había llegado su final y le quedaban sólo días de vida. El mundo de Diane se derrumbó y fue entonces cuando sin dudarlo un sólo momento, tomó la decisión de hacer el más grande acto de amor, sólo por amor a su marido.
Le pidió al ginecólogo que le indujera el parto 15 días antes de lo pensado sólo para que su esposo pudiera abrazar a su hija antes de partir.Tras dar a luz, los dos compartían cuarto en el mismo hospital y Mark sostenía en su pecho a su hija recién nacida.Cuando le pusieron a la pequeña Savannah en sus brazos comenzó a llorar desconsoladamente y su corazón tenía sentimientos encontrados: por un lado la gratitud con su mujer de permitirle conocer a su pequeña, pero por otro su dolor de saber que no podía estar ahí para verla crecer. Lamentablemente, ya sabía que debía partir.«Se podía ver el inmenso dolor en sus ojos, y las lágrimas. Él le habló a la bebé diciéndole que era su padre. ¡Hola Savannah!», cuenta su madre.
Solamente habían transcurrido 45 minutos cuando Mark entró en coma y falleció 48 horas después.Cuando Diane vio que su esposo estaba a punto de partir, tomó a la bebé y la puso en sus brazos.«Sostuve su mano hasta que dejó de respirar. Lo extraño, lo extraño demasiado. Estábamos muy enamorados», dice Diane entre lágrimas.Por suerte para Diane y sus 5 hijos las cosas lograron ser más llevadera debido a que el gasto de la escuela de todos sus hijos fue cubierto por el Dallas Christian College a lo largo de 4 años.
Aquí puedes observar un vídeo de cómo la emocionada mujer habla de su historia y lo duro pero a la vez reconfortante que fue que su marido pudiera sostener en sus brazos y conocer a su pequeña bebé antes de marcharse… ¡Imposible contener las lágrimas!Esta triste pero bonita historia nos enseña que el ser humano no conoce de parámetros en el momento de dar amor. Compártela con todos tus amigos para que valoremos la familia y el don de la salud y la vida, sin lugar a dudas es un testimonio que nos hará pensar para que no nos quejemos por tonterías.