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Ejercicios para mantener la memoria joven y activa

La memoria es una de las funciones cerebrales que con el paso de los años se va deteriorando. Esta, permite al organismo codificar, almacenar y recuperar la información del pasado. La memoria permite retener experiencias pasadas y según su alcance temporal, se clasifica en: [su_spoiler title="------- EXPANDIR PARA VER TODO EL CONTENIDO -------  🔽" style="simple"]
  1. Memoria de corto plazo
  2. Memoria de largo plazo
La primera de estas, la memoria de corto plazo, es aquella que se produce como consecuencia de la simple excitación de la sinapsis para reforzarla o sensibilizarla transitoriamente. La segunda, la memoria de largo plazo, es consecuencia de un reforzamiento permanente de sinapsis gracias a la activación de ciertos genes y la síntesis de las proteínas correspondientes. La memoria estructuralmente y anatómicamente está relacionada con el hipocampo. Esta es la región cerebral que se vincula con la memoria y el aprendizaje. Haciéndolo un poco más sencillo, podemos decir que la memoria es el resultado de lo aprendido. Hablemos ahora de como almacenamos información para que luego quede en la memoria: El proceso de almacenamiento de los conocimientos adquiridos en el aprendizaje se va a diferenciar en fases. Es así, que como primera etapa tenemos la codificación o registro. Esta, es la transformación de la información sensorial en elementos que son reconocibles y manipulables por la memoria mediante códigos verbales como lo son las palabras, números y letras. Aquí intervienen de manera imprescindible tanto la atención como la concentración. La segunda fase o etapa, es el almacenamiento. En esta fase, se genera la retención de la información con el fin de conservarla y recuperarla a posteriori para poder ser evocada. Dependiendo de cómo se guarde esta información, será cuanto tiempo podrá permanecer vigente, por así decirlo y no ser olvidada. La tercera fase, es la de recuperación. En esta, lo que sucede es la localización y reactualización de la información adquirida y almacenada previamente. Es a lo que llamamos recordar, y tras esto podemos evocar y reconocer la información adquirida. memoria Habiendo dicho todo esto, ahora nos vamos a centrar en que debemos hacer para no perder la memoria, que si bien es un proceso natural, evolutivo y que siempre sucederá por el simple hecho del envejecimiento, hay ciertas cuestiones a tener en cuenta, como ejercicios que pueden ayudarnos a que este proceso ocurra de manera más lenta.

8 ejercicios para mantener activa tu memoria

Jugar: los crucigramas, el sodoku y los rompecabezas son un serie de juegos que ayudan a mantener activa tu mente, la concentración y la atención a pleno y que permiten la agilidad mental, así como favorecen la capacidad de recordar. Con media hora al día es suficiente. Contar una historia: inventar un cuento propio, donde nosotros actuamos como protagonistas de la historia o relato o también con alguien más suele ser un método efectivo para poner a trabajar la mente. Tomar cinco palabras y tratar de armar con ello un pequeño relato, facilita la asociación, la imaginación y la abstracción de la mente. Aprendizaje: aprender lo que te guste, ya sea un idioma, a tocar un instrumento musical o a cocinar un nuevo plato de comida siempre es bueno para la mente. Aquí estarás poniendo a prueba tu atención, concentración, la capacidad de fijación de nueva información, la metodología de seguir una secuencia y lo mejor de todo es que será gratificante. Viajar: cuando realizas travesías a sitios desconocidos, el cerebro se esfuerza por recordar y asimilar la nueva información brindada. Todo lo que ves, escuchas, deleitas, y pasa a tu alrededor es nuevo y hace que se produzca un esfuerzo para después poder evocarlo y relatarlo a tus seres queridos. memoria Evitar la rutina: hacer siempre lo mismo acaba poco a poco con nuestra memoria. El cerebro necesita ser estimulado, y para esto deben cambiarse algunas cosas de la rutina diaria. Por ejemplo en el día a día podes tomar caminos diferentes para el trayecto al super o cambiar simplemente el orden de las actividades a realizar durante la jornada de un día. Escribir a mano: el acto motor del cuerpo, específicamente de la mano y muñeca de escribir involucra actividades más allá de las motoras del cerebro. Es aquí donde se practica y emplea la memoria, mantiene la mente ocupada, ayuda a la imaginación en caso de un relato espontaneo o de escribir una carta, utiliza las emociones y previene el envejecimiento de la mente. Tomar café: el café descafeinado aumenta la disponibilidad de energía a nivel cerebral. Los riesgos de sufrir enfermedades neurodegenerativas se reducen con su ingesta. Memorizar cosas simples: agilizar la mente y trabajarla haciendo que esta recuerde simples cosas de la vida cotidiana como la lista de compras del supermercado, las actividades que hay que hacer durante el día, los números de teléfono de los seres queridos, las cuentas que hay que pagar, son una práctica efectiva para memorizar. memoria Otro tema a tener en cuenta para poder mantener una mente sana y con una memoria que no se deteriore tan rápidamente es la alimentación. Existen cierto grupo de alimentos que favorecen una mejor actividad mental. Dentro de ellos podemos mencionar:

Alimentos que mejoran el funcionamiento del cerebro

  • Nueces: La presencia de polifenoles bioactivos favorecen la sinapsis neuronal. A su vez mejoran el rendimiento intelectual y la memoria. Por otra parte regulan la serotonina y son buenos antidepresivos aportando oxígeno al cerebro.
  • Menta: Es un compuesto aromático, y estimulante sensorial, ya que tanto su aroma como sabor estimular la agudeza mental y la memoria.
  • Fresas y moras: Estimulan la memoria. Contienen propiedades antiinflamatorias y su aporte de flavonoides reducen el riesgo de padecer enfermedad de Parkinson.
  • Espárragos: Ayudan a evitar la depresión por su alto contenido de ácido fólico. A su vez el ácido fólico es encargado del desarrollo del sistema nervioso en el primer trimestre de embarazo.
  • Chocolate amargo: La presencia de flavonoides favorecen las funciones cognitivas, como la atención y concentración. Es un potente antioxidante que previene enfermedades relacionadas con la edad. A su vez se encarga de liberar endorfinas y mejorar el estado de ánimo y la conducta.
  • Té verde: Tiene propiedades neuroprotectores y antidepresivas. Nos ayuda a combatir la fatiga cerebral y mejorar la memoria. Esta también vinculado con el aumento de los niveles de dopamina.
  • Espinacas: Es rico en magnesio, que incrementa el flujo sanguíneo cerebral.
  • Salmón: Es una fuente animal rica en omega 3 que contribuyen al buen funcionamiento cerebral.
memoria
  • Huevos: Mejoran la memoria. Gracias a sus propiedades antioxidantes ayudan a evitar la degeneración celular.
  • Café: El consumo de tan solo 20 a 30 miligramos de cafeína, aumentan la capacidad mental.
  • Yogur: Es una fuente rica en calcio y se ha comprobado que su déficit puede generar alteración del humor, letargo y ansiedad, por lo que un correcto aporte es favorecedor del cerebro.
  • Almejas: Es una fuente con alto contenido de vitamina B12, lo que contribuye al buen funcionamiento de las células del cerebro.
  • Naranja: Fuente rica en vitamina C, por lo que impide el deterioro de células cerebrales.
  • Banana: Fuente natural de neurotransmisores. Interviene en la síntesis de la dopamina, un neurotransmisor que actúa en la memoria y el estado de ánimo.
  • Palta: Ayuda a mejorar la concentración y previene enfermedades degenerativas como las demencias por Alzheimer. A su vez, se caracterizan por aportar grasas monoinsaturadas, que son buenas para controlar y mantener un buen flujo sanguíneo.
Espero que te sean de utilidad estas claves y ejercicios para mantener tu mente y principalmente tu memoria activa y que tras ponerlos en práctica puedas ejercitar y sostener una mente funcionando correctamente. [/su_spoiler]